El compromiso explícito y activo de todas las jefaturas es el cimiento indispensable sobre el cual se construye una cultura organizacional de calidad sólida.
La calidad no implica simplemente un estándar a cumplir; es una filosofía (conjunto de valores y principios que generan una forma de pensar) que impulsa la búsqueda incesante de la excelencia y la innovación.
En la actualidad, la competencia global exige más que nunca que las organizaciones se enfoquen en ofrecer productos y servicios de calidad sobresaliente para mantenerse vigentes y alcanzar el éxito a largo plazo.
Sin embargo, lograr este nivel de excelencia va más allá de la implementación de procesos y normativas; se trata de cultivar una cultura de calidad arraigada en todos los niveles. Esto pues en realidad, es la organización toda, nada menos, la que debe caminar hacia la excelencia.
El compromiso de la alta dirección: un pilar fundamental
El…
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